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El calzado de seguridad es fundamental en muchos sectores para garantizar la protección de los trabajadores. Cuando hablamos de prevención de riesgos laborales, el uso de zapatos o botas de seguridad es una de las prácticas más habituales, especialmente en empresas en las que se realizan tareas que conllevan el riesgo de sufrir impactos, perforaciones o resbalones, entre otros. 

En este artículo te contamos qué es el calzado de seguridad, de qué y cómo te protege y qué le diferencia de otros tipos de calzado de trabajo. 

¿Qué es el calzado de seguridad? Protección en el trabajo

El calzado de seguridad es un tipo de zapato o bota reconocidos por su alta protección frente a condiciones externas y que se suele utilizar en el ámbito laboral. Se trata de un calzado capaz de resistir a su uso en diferentes terrenos, a impactos y golpes, y frente a inclemencias climatológicas o naturales como la lluvia, el frío o el fuego. 

Este tipo de calzado forma parte del conjunto de protección individual que deben llevar los trabajadores de empresas, por ejemplo, del sector de la construcción, de fábricas automovilísticas, de talleres mecánicos u otros ámbitos laborales en los que la persona corra el riesgo de sufrir impactos o compresión en la zona del pie. 

Vídeo con ejemplos de zapatos de seguridad en la tienda online de Rotuvall

Calzado de trabajo y calzado de seguridad no son lo mismo

El calzado de trabajo, o también denominado calzado laboral, se confunde muchas veces con el de seguridad o los términos de ambos se utilizan de forma errónea. Y te preguntarás, ¿cuál es la diferencia entre ellos? Esta radica en el nivel de protección y garantía que ofrece a la persona frente a riesgos como el impacto y la compresión en la parte delantera del pie. 

El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSS), un organismo dependiente del Ministerio de Trabajo y Economía Social de España, es el encargado de marcar una normativa respecto al calzado para protección individual y sus especificaciones, clasificación y marcado. Así, el INSS hace distinción entre tres tipos de calzados para protección individual en una primera clasificación básica: calzado de seguridad, de protección y de trabajo. 

Calzado de seguridad

Calzado que incorpora elementos para proteger al usuario de riesgos que puedan dar lugar a accidentes. Está equipado con un tope de seguridad para proteger los dedos del pie, diseñado para ofrecer protección contra un impacto con un nivel de energía de, al menos, 200 J, y contra la compresión con una carga de, al menos, 15 kN.

Calzado de protección

Calzado con elementos de protección para los pies del usuario. Tiene que contener un tope de seguridad que proteja la parte delantera del pie de impactos con un nivel de energía de, al menos, 100 J y contra la compresión cuando se ensaya con una carga de, al menos, 10 kN.

Calzado de trabajo

Este tipo de zapatos y botas incorporan elementos para proteger al usuario de riesgos que puedan dar lugar a accidentes, pero no garantiza protección contra el impacto y la compresión en la parte delantera del pie. 

Ejemplos de calzado de seguridad

Las botas y zapatos disponibles en Rotuvall cumplen los requisitos básicos de la norma europea que clasifica al calzado como “calzado de seguridad”. Además, algunos de los modelos incorporan requisitos adicionales como la protección ante perforaciones, propiedades antiestáticas o antideslizantes o la absorción de energía en la zona del tacón, entre otros, ofreciendo un plus para la seguridad del trabajador. 

Características que dan valor añadido al calzado laboral

Protección antiestática ESD

El calzado de seguridad que incluye protección ESD crea una barrera contra las cargas electrostáticas que el trabajador puede liberar de manera incontrolada. De esta forma, un zapato de trabajo con ESD posee resistencia eléctrica, protección contra fenómenos electrostáticos y disipa la energía electrostática.

Metal Free

El calzado de trabajo con seguridad que no utiliza partes metálicas es más ligero. Además de protección, este tipo de calzado metal free ofrece más comodidad porque es más liviano y flexible, responde mejor al aplastamiento ya que estos materiales que sustituyen, por ejemplo, al acero, recuperan su forma tras un impacto. Tampoco hay riesgo de oxidación o de ser detectados en arcos magnéticos.

Ejemplo de bota y zapato de seguridad J’hayber con tecnología ESD y metal free.

Como ves, el calzado de seguridad es parte indispensable para garantizar la protección de los trabajadores en muchos sectores laborales. Si quieres saber más sobre qué modelos de zapatos de seguridad son mejores para el verano y qué significan cada una de las siglas que muestra la normativa europea, te lo contaremos en los próximos artículos sobre calzado de seguridad y laboral. 

En Rotuvall contamos con una gran variedad de botas y zapatos de seguridad de las primeras marcas en protección laboral: J’hayber, Robusta, Forli o Base, entre otras. Si no encuentras tu talla o la cantidad que deseas, ponte en contacto con nosotros.